Un nuevo año comienza y con él miles de propósitos, sueños, deseos, proyectos y metas.
Hoy termina un año para muchos de nosotros lleno de desesperanza, de inseguridades, de dudas, de tristezas, de partidas, de sueños incumplidos, de realidades crudas, de decepciones, de frustraciones, de llanto, de ciclos mal cerrados, de desconfianza y de huidas.
Hoy termina un 2018 que para muchos de nosotros marcó tantas derrotas, en el que el amor no hizo su aparición, en el que algunas personas bajaron de nuestro tren de vida, en el que los fantasmas hicieron presencia y en el que nuestros pensamientos y nuestro corazón se vieron cruelmente afectados.
Hoy termina un año y con él se lleva tantas emociones vividas, tantos momentos, tantos recuerdos, personas y sentimientos.
Pero también comienza un 2019 esperanzador aunque lleno de incertidumbre.
Comienza un 2019 y con él un mundo de expectativas, de ilusiones o fantasías.
Pero detengamos nuestro andar, comienza un nuevo año y con él nuestros mejores presagios para nuestra vida, pero no es un nuevo año en el que debemos poner nuestras esperanzas y fe; es en nosotros mismos en quienes de ahora en adelante debemos creer.
Cada año que concluyó nos dejó lecciones y de ahí debemos aprender a ser siempre mejores, a continuar, a sanar, a enfrentarnos ante cualquier adversidad.
No es el nuevo año, somos nosotros mismos en quienes debemos de confiar, en quienes debemos vaciar nuestras expectativas, en mejorar nuestras luchas, en curar cada herida.
Retomemos la fe en nosotros, volvamos a soñar y hacer posible cada meta.
Retomemos nuestro andar con orgullo, volvamos a creer en nosotros, no en un nuevo año que inicie.
Termina el 2018 y con él debe terminar nuestros pensamientos negativos y debemos dejar de culpar a la vida, al destino, a la gente alrededor.
Nosotros somos los únicos que debemos marcar límites, creencias, perspectivas; nosotros somos los únicos capaces de poder abrir o cerrar puertas, de entregar o quitar, de llorar o secarnos las lágrimas y ver más allá.
Retomemos las riendas de nuestro destino, dejemos de lamentarnos por lo que ayer dolió.
Debemos pensar que este 2019 será mucho mejor, pero no porque inicia un nuevo año, sino porque debemos comenzar a creer en nosotros y en todo lo que podamos lograr, alcanzar, soñar, enfrentar y realizar.
Cambiemos de actitudes frente a la vida, creamos más en nosotros.
Dejemos que este sea un 2019 diferente, pero no por lo que esperamos, sino por aquello por lo que a a partir de hoy luchamos.
Recordemos que nuestra actitud frente a la vida lo es todo...
LES DESEO UN FELIZ 2019, UN CAMBIO DE ACTITUD DIFERENTE!....
Estrellita de la Torre Lomelí
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