¿Por qué tú?
Porque tu mirada fue catarata
trayendo lo que el tiempo retuvo,
torrencial de lo que fue, desbordando
lo que es, ansias arrugadas reverdeciendo
en nuestro mundo, agua con sombras
de historia inconclusa, gota justa en el
umbral del amanecer.
¿Por qué tú?
Porque en ti encontré los retazos
perdidos, la respuesta a la duda
cautiva, el eco que el silencio
se había tragado, la perla escondida
en el arrecife distante, el beso que
mi alma conocía y los brazos que
agasajaban al niño que dormía,
ese amor que yacía enterado
en la espera intranquila, vivo
aun después de largos inviernos.
¿Por qué tú?
Porque detrás de tu sonrisa
encontré mis lágrimas, aquellas
que solo la soledad sabía y entendía,
aroma sin rostro agitando tus pensamientos,
brisa incierta persiguiéndote desde dentro,
rosa invisible que el tiempo no marchita
porque vive del infinito suspiro.
¿Por qué tú?
Porque traes en tus manos
las caricias que había perdido,
en tus labios los besos suspendidos
en la nube de los deseos, en tu piel
la huella de mis dedos incrustados
en la viña de lo que no se comprende,
en tu vientre la razón más verdadera
que no se entiende solo se presiente,
y en tu alma un amor grande
y fuerte que rejuvenece.
Y si las razones no son suficiente,
tú sabes...porque lo sientes.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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