sábado, 31 de marzo de 2018

NO DUDÉ EN DECIRTE QUE TE AMABA


Fue un destello de luz que me cegaba mientras anonadado te miraba. Aplaudían las flores... Absorto estaba. Contemplando tu belleza de luna enamorada.
Fue un instante sublime del destino de dos almas. Fueron mágicos leños que encendieron mis llamas. La ilusión a mis sueños los llenaron de alas. Y rimas hermosas invadieron la nada.
Fue encontrar mi tiempo en tu mirada. Sentir que tu piel en mi piel se pegaba. Y que miles de pájaros a mi me cantaban.
Esencias y trinos abrieron mis ventanas. Bebí el licor y comí los frutos del mañana. Y sin pensar... ¡No dudé en decirte qué te amaba!

 Eduardo N. Romero -Argentina-

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