domingo, 25 de marzo de 2018

AGONÍAS MUTANTES


A mi padre…

Hay un punto sin retorno,
olas congeladas que no podrán regresar
quedarán así,
entre la arena y el viento,
envueltas de silencio y agonía.
¡Bailarán sus pasos alterados y mutantes!
solitarios y escondidos debajo de la tierra,
oprimirán mis ecos sus acentos displicentes
avasallados por la fuerza de tus versos inmortales.
Rasgarás el vestido que oculta a mis palabras,
vulnerando la cerradura del reloj que lo detiene
y…
¡Veré partir mi sombra y me sentiré hueca!
así como siente el lago cuando se ha ido la Luna.
Quedaré desnuda,
describiéndome por la mitad,
atesorando párrafos
con formas inconscientes,
arañándome silente en los enredos
del portal,
y…
con la punta de la lengua ensangrentada,
marcaré  los últimos tildes del “ya no hay más”
¡Sacará el tiempo su agria ballesta!
aniquilando las horas
que dormían infortunadas,
agrupará en su garganta
la sumatoria expedita,
de mis pálidas cenizas
subsumidas.
¡Navegaré con dos monedas como ojos!
atravesando el río
que comentaba Siddharta
y ¡Llegaré a ti!
con el cabello envuelto de brisa,
los párpados despejados
al compás del universo,
desmesurados y sedientos
por volver a respirarte…
¡Tal vez no me reconozcas!
ni entiendas el por qué
de mi ceño fruncido,
o la compacidad,
de las extensas hojas
que tapan mis espacios,
quizás me preguntes
por qué te llamaba de noche,
o el significado del polvo
que emitía mi pecho,
al bañarse sin ganas,
con agua templada y salada,
¡Indagarás sorprendido!
sin inferir la naturaleza,
de los caóticos motivos
que me lanzaban,
a mirarme debajo la cama
escudriñando fantasmas,
que clamaban por mi nombre,
aún así,
¡Estaremos conformes!
volaremos juntos
el sueño de la libélula
¡Sin nada que reprocharnos!
finalmente…
aletearemos con las alas mojadas
batiéndonos sobre puentes
que atan sin cadenas
¡Nos haremos expertos en filosofía!
la única que habita
en el fondo del vacío
¡Estarás allí! Lo sé
Esperándome de perfil,
agrupando entre tus manos
una mortaja de seda,
sonriéndole a las raíces
cuando amarran en la fuente,
el maná azul que libera.
¡Cantaremos abrazados!
expulsando en cada nota
esos terrones circunspectos
que nos salpicaron la cara
¡Dejándolos ir sin darles valor!
así haya sido tan grande
el precio que nos costaron.
Deshidratándonos..
¡Olvidaremos!
que alguna vez,
fuimos de huesos y pasos,
el suelo nos dará abrigo,
junto a los otros gusanos,
esculturas que igual perdieron
sus esqueletos y manos,
figuras de gel con brazos de lona,
acompañándose muy calladas,
en la mortecina, eternidad.
¡Construiremos otro final, Padre!
uno que nunca se acabe,
lleno de historias nuevas
escritas a propósito de este encuentro,
crearemos personajes
de seres que jamás se despiden,
ni se les caduca el amor,
entre el afán de la vida
¡Te escucharé decir, nuevamente!
aquello que solías
-¡No lo digas tan alto!
que las cosas escuchan
y se devuelven-
¡Hablaremos bajito!
con las pupilas expresando
lo que las voces ya no pueden eludir
¡Seremos otros siendo los mismos!
amasando panes de barro bajo la llovizna
y sin tristeza,
y sin una sola lágrima, Padre
¡Nos reiremos!

Scarlet C

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