Cuando más los necesitaba,
lo abandonaron,
no lo protegieron,
aun así el rencor no guardaba.
Supo tomar decisiones,
decirle no a invitaciones
de probar cosa prohibidas
o cometer fechorías.
Con honores se graduó,
gracias a su trabajo arduo,
fue cada meta logrando,
con pasos firmes avanzando.
A esos padres jamás odió,
el don de la vida les agradeció,
el mal camino jamás siguió,
por gente buena se guió.
Con fe miró adelante,
enfrentó la vida valientemente,
él supo olvidar y perdonar,
él supo luchar y avanzar.
Victoria Baltazar -Perú-
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