jueves, 1 de marzo de 2018

INDECISA


Estabas entusiasmada,
ibas a ser desposada,
con quien sería tu marido,
un excelente partido,
que todas hubiesen querido.

De repente,
algo vino a tu mente,
cuestiones sin resolver,
pero que tenías que creer,
pues no sabías si serías dichosa,
a parte de fiel y amante esposa.

Ése era tu martirio,
que llegaba a delirio,
no saber lo precedente,
en los años siguientes,
en un Amor sellado,
por la iglesia, confirmado.

Pensaste “ése es mi hombre”,
“el que me dará un nombre”,
“y unos hijos más adelante”,
“para crear un hogar cuanto antes”.

Estabas preparada para la ceremonia,
en una pequeña ciudad de Estonia,
privilegio que te pidió tu marido,
al cual habías concedido,
pues residirían en tu ciudad natal,
y lo veías normal,
que se despidiesen sus seres queridos,
ya que te llevabas el mejor partido,
pues viviría en tu nación
por sana y pura devoción.

Pero algo no te cuadraba,
incluso noches anteriores,
no descansabas,
creyendo que serías infeliz,
pues querrías desarrollarte como persona,
fuera del hogar,
y no sentándote en una trona,
para tus hijos criar.

Llegó la hora de la verdad,
enfrentarte a la cruda realidad,
pues si dices “no”, engañas a ese corazón,
que en su día mostraste ilusión,
a parte de gastar un montón de dinero,
que él lo guardaría, pues es financiero,
y si dices “sí”, dejas a todos contentos,
con el cual, pueden dejar ir, un fervoroso aliento.

JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-

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