viernes, 21 de julio de 2017

UN BOHÍO / NO ME SIGAN


Un bohío es un montón
de elementos de la palma
que parece tener alma,
 mente, vista y corazón.
Cuando lo azota un ciclón
me duele como algo mío,
porque a la orilla del río
 cobija el mejor guateque
ya se llame bajareque,
choza, cabaña o bohío.

 NO ME SIGAN

No me sigan, por dios, nadie me siga:
Yo beberé la copa hasta las heces.
¡La he bebido en mi noche tantas veces
Sin el consuelo de una voz amiga!

Tuve el alma radiante de la espiga
Y me rendí a los hombres más soeces.
Ay, secreto enemigo, cómo creces
En este oscuro viento que me hostiga.

“El mundo es mi prisión”, dijo un poeta.
Me pides que me rinda y me someta
Y piensas tú, infeliz, que me conoces.

No soy de aquí; me voy con mi tormento.
Yo forjé mi destino; y no lo siento.
Persigo otras victorias y otras voces.

Un bohío es un montón
de elementos de la palma
que parece tener alma,
 mente, vista y corazón.
Cuando lo azota un ciclón
me duele como algo mío,
porque a la orilla del río
 cobija el mejor guateque
ya se llame bajareque,
choza, cabaña o bohío.

 NO ME SIGAN

No me sigan, por dios, nadie me siga:
Yo beberé la copa hasta las heces.
¡La he bebido en mi noche tantas veces
Sin el consuelo de una voz amiga!

Tuve el alma radiante de la espiga
Y me rendí a los hombres más soeces.
Ay, secreto enemigo, cómo creces
En este oscuro viento que me hostiga.

“El mundo es mi prisión”, dijo un poeta.
Me pides que me rinda y me someta
Y piensas tú, infeliz, que me conoces.

No soy de aquí; me voy con mi tormento.
Yo forjé mi destino; y no lo siento.
Persigo otras victorias y otras voces.

Del cuaderno “Raíz y Vuelo” de Antonio Romero Márquez -España (Ateneo de Málaga)-
Publicado en Carta Lírica

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