viernes, 21 de julio de 2017

DESTINO FATAL


Ya no suenan las campanas,
la luna se volvió una fiera,
los gritos se han apagado
y una espesa sombra rodea al planeta.
Hay que ver cómo lloran las flores
y descubrir su desparramados pétalos.
El dolor trepa hasta el último muro
mientras un nuevo golpe ha cercenado el aliento.

Ni un suspiro se oye, ni siquiera una queja,
la amenaza es el verdugo de la inocencia.
Y las calles transitan con la misma indiferencia.
¿Cómo se puede vivir de esa manera?

Y las miradas guardan las heridas que llevan por dentro.
Y las almas siguen esperando una mano tendida que vele por ellas.
Y yo me sigo preguntando: ¿cuándo se detendrá la violencia?
Ya no suenan las campanas,
el tiempo se ha detenido bajo las estrellas.

CELIA DELICIA FLORES -ARGENTINA-
Publicado en la revista Trinando 14

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