Hoy 3 de enero me llamaré a Tristeza
mientras reúno las palabras de amor que caen
que tocan suelo, de su condición de ceniza las relevo
son las palabras ungidas en este amor interrumpido
en esta yerma flor que nos dejó el destino
aqui en esta ciudad de la Tristeza
con nombre de cualquier rincón del mundo en guerra
aquí con este cóctel de napalm y este campo minado
y este dolor que no reconoce estandarte ni frontera
soy el estallido que aún me calcina , soy la hoguera
de este amor quemado que apetezco
y sin remedio en duelo quiero liberar
tu nombre para que planees en el cielo
con el sello de agua de mis labios sedientos.
Aquí traigo tu abrigo
para acariciarte en los tiempos de frío
soy la que viene a poner calor a tu mortaja
a entregarte alguna estrella fugaz hurtada
ahora que los aviones cesan sus vuelos rasantes
ya puedo reclinarme y soltar mi cabellera
para rodear tu rostro con mis lágrimas
es el último abrazo de nuestros cuerpos
mientras el duelo ciñe a la fuerza esta diadema,
su corona de sombras en mi vida.
Las mejores palabras de amor tú me las has dicho
y yo puedo replicarlas hasta lo eterno
pero ¿que haré con todas las que guardaba
para dar a tu corazón cuando volvieras ?
Presiento que al alejarme me llegará la Locura
y me robará de los labios las palabras de amor
que te debía
ella querrá consolarme y yo extraviada
vagaré por la tierra que te guarde
le celaré su entraña vigilante
y andaré portadora del luto silbándome en el alma.
Entonces otro tiempo, otro sueño, otra elegía
tú y yo quemaremos en un río de amor esta pradera
y en cada morir juntos, renaciendo
nos lo diremos todo sin palabras
Los pétalos del cielo como lágrimas
y los ojos y la vida y la muerte caigan
en la hora más azul de la tarde.
MARISA ARAGÓN WILLNER
Publicado en Centro Cultural San Francisco Solano
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