Ya es hora, la lluvia asedia.
El aroma del café que se fuga invita a tomar una taza.
El frío arropa el entorno.
La mirada palustre en el traspatio,
Arrecia los fragores y los destellos alumbran el cielo
Ya es hora, la tarde se esfuma y la noche hace presencia.
¿Qué hora es?
La mirada indemne se retrae y la lluvia cesa.
Los relámpagos se desvanecen en la sobrecama del cielo.
El frío aprieta y el café espumoso cálidamente se enfunda en el ser.
¿Qué hora es?
Es la hora de dormir pensando en ti.
Misael García Consuegra
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