Sientes la libertad de tus años en la piel,
la madurez de tu voz,
inocente niñez aguarda sin querer huir,
abrazada a la ternura del amor familiar.
Sientes llegar el tiempo de madurar,
noble corazón sin heridas,
abrazada al alma pura,
madurez en tu piel e inocencia en tu ser.
Sientes la libertad de tu niñez,
existir sin crecer es morir sin amar,
en tus venas sangre joven e impetuosa,
y llegará el dolor y el sufrimiento,
y sanarás con la niñez en tus años
y la inocencia en tu ser.
Allá quedaron los años pasados
colgados del viento tus infantiles juegos,
pero adelante una vida por descubrir
colgados del incierto tus sueños.
Ramiro Peñalba Pinell -Nicaragua-
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