martes, 26 de abril de 2016

PLAYA


Devuelve el mar aromas de la infancia,
perdidos laberintos donde encontraba asilo
la nostalgia. Devuelve el mar el pulso
a las cosas vencidas por el tiempo:
las islas inventadas, los naufragios
donde arribaron tantas ilusiones.
En ti reside, amor, todo azul y preciso,
lo que devuelve el mar y lo que el mar se queda.
Ojalá nunca espere en esta playa
que con el mar regreses.
Que el mar sólo devuelve lo perdido.

Era un adiós oscuro, al borde de la lluvia
Era un adiós oscuro, al borde de la lluvia.
Se encendieron de pronto las luces y los cantos
antiguos trepidaron por henchidas raíces
hasta tibiar el pulso del alma y de la carne.

Que fue un adiós oscuro, lo sé, reptando sigue
el peso de la noche en mi sangre embriagada
por esa oscuridad de tu adiós cuando el tiempo
no era consciente aún del frío de las hojas.
La noche lo repite: “era un adiós oscuro”.
Me ahueco en la sonora solemnidad del musgo
que crepitando busca la densidad corpórea
del mar y la memoria, donde siempre te pierdo.

Era un adiós oscuro. Aún su luz me sostiene.

Del libro Tributo de Caronte de CARLOS VAQUERIZO -Sevilla-
Publicado en Luz Cultural

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