Ya es de noche.
Una noche clara y estrellada,
Con un vientito que arrastra
El polvo invisible del camino.
Y no obstante tiene sentido;
Porque ese polvo vuela consagrado
No a una noche de invierno
Sino a una de verano.
Es una noche de poesía,
Capaz de humedecer cualquier sequía,
De reanimar una tristeza o a un
Hombre que bien piensa.
Es especial para el que idea
Una prosa, un verso, un libro.
Es sublime grandeza
Recostado en el suelo viendo
Las estrellas y la luna con
Su encantador brillo.
Es una noche divina.
Que inspira el talento de un hombre
O expresa su inquietante filosofía
Más allá de una fama cumbre. Que a veces
Con sus manos cubren en tinieblas
Las fases de los continentes…
Pero ahora suave murmullo es el que se siente
Cuando se cree despertar de un sueño,
Porque en esta superficie son dueños,
Pájaros, aves, golondrinas, bichos de tierra
y criaturas de los mares, dedicando
con su vuelo a esta noche divina.
1
El canto de las hojas cuando caen
Acompaña en un abrazo a las ramas.
Las hormigas “cantando” trabajan.
Las abejas en su panal, la vizcacha en
Su cueva, la liebre, la rata, el león
La tortuga en su caparazón y las
Aves sobrevolándola. Todo esto da
El pie y el compás natural para que, en
Las aguas canten con armonía las
Inocentes ranas.
Una noche…
Todo esto lo da una noche hermosa,
Encabezando la entrada de una estación.
Es la alegría, la satisfacción de tenerla
Sobre el bosque y las aguas.
2
La naturaleza es sabia
A nadie deja y de nada priva
Así sea al más duro
Y si alguna vez privara
Es porque es, el fin del mundo.
José Revello -Argentina-
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