domingo, 26 de abril de 2015

SENTIMIENTOS


Mi ángel cruza
entre carámbanos y escarchas.
La cara de niña
revienta de felicidad.
El corazón rebosado,
el alma en un suspiro.

Mi pensamiento
no es agua derramada.
Vivo en rabia, rencor
y callada silenciosamente.
Hoy, soy alma muerta.

Mi ángel partió
desvaneciéndose como vértigo.
¿Existió realmente?
Quiero creer.
No creo.
Lloro.

No veo el lago de sus ojos.
Cerrada luna
que se oculta.
En mi interior
el llanto roto,
enciende la nueva llama.

Mi ángel suspendido en el cielo.
Quiero creer que me mira
en amor,
en estrella.

La casa vacía desconozco.
Cenizas parecen perdidas
en jardines y flores.
Sensación que afloja;
sensación de pelo de caballo…
tan abrupta…
Sueño de primavera.
Llueve.

Está nevando.
De blanco copo se viste.
Fresa roja de invierno.
Piel de alabastro.
Extiende sus alas.
¡No te alejes!
¡Te vas!

¡Maldita trompeta
que marcó el destino!
Corazones sin fuerza;
hojas lanzadas al viento.
Cáscara de huevo roto.

Desorientada ira
que al cielo mando.
¡Ya no veo a mi hermana!
Pesadilla del despertar.

¿La abandoné?
¿Me abandonó?
¿Cuidé su ser con mis abrazos?
Uní los eslabones o los rompí.
Y me muero,
me muero muchas veces.

Mi hermana se esconde
En el bosquecillo de las acacias.
Vuela golondrina de tu nido,
vuelve cuando expire
el último aliento.

Ana María Lorenzo

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