REBELIÓN
Romperemos las paredes de papel,
para mostrar al mundo las miserias,
tendremos cortes en las arterias,
por no repetir la torre de Babel.
Las cadenas nos darán un nuevo aquél,
que las conviertan en unas ferias,
la rebeliones son cosas serias,
no algo que está grabado en un dosel.
La vida augusta nos trae placeres,
pero suele donarnos más disgustos,
los que vemos en los atardeceres.
Suele ser en la edad de lo vetusto,
cuando comprendemos nuestros quehaceres,
cuando el festival se torna adusto.
AL CALOR DE UNA OBRA MAL HECHA
Y ahora, mírame...
Si ves una lágrima seca,
plasmada en mi mejilla,
no es la duda,
ni el rencor.
No conoces mi alma,
ni la tuya,
ni la rara piedad
entre las telas de araña
que forjan el destino
de las gentes.
Y ahora, mírame...
Nunca entenderás que,
en derroteros ajenos,
tu ser será un duelo
entre el limbo del desconocer
y la maldición de saber
medir tu estampa.
No sabes nada del sufrimiento,
porque tú eres el sufrimiento.
Y ahora, mírame...
Julio G. del Río (Valencia, España)
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