miércoles, 1 de abril de 2015

POEMAS DIAGONALES


I

Descendió un ángel del cielo
y agarrándome de los pelos me dijo:
¡Vicioso, apiádate de los demás
y de tu alma manchada!
y, sacudiéndome, me tiró contra la pared.
"Yo no estoy obligado a nada", le respondí:
Vete al cielo donde las estrellas se tocan.
Pero el ángel, furioso, me volvió a recriminar:
"¡Tenías que ser poeta para
contener tanta maldad!"
Y se fue dejándome preocupado.
¿Qué tendrá que ver la poesía
con mis desafortunados arrebatos?

II

Soy extranjero en mi tierra de cielo gris;
he vivido entre la grey infinita de los hombres;
los notaba a todos atrapados por el silencio y la muerte.
He deseado sumergirme en el hueco de mis abismos
y, parado bajo el ojo siniestro del pensamiento,
no halló mi corazón el bienestar del reposo;
mi melancolía me hacía volver al mundo.
Por debajo de mí la vida huía como un sueño,
y en el cielo estrellado brillaba eterno mi destino,
que no estaba seguro de que fuera mío
y volvía a la melancolía atroz otro día más.

Del libro Desde el ocaso de Federico R. Scarani (Uruguay)
Publicado en la revista Aldaba 25

No hay comentarios:

Publicar un comentario