Hoy, a mi recuerdo llega
aquel lejano sendero que nunca pude olvidar,
de sus óleos marchitos salpicados de veranos,
de fervientes bugambilias que nacían a la vida
se manchaban nuestras huellas desterradas con la brisa,
en el fervor de los besos que apresurados nacían
para perderse abrumados en la senda del olvido...
Hoy, he vuelto a sus orillas
salpicadas por la lluvia a deshojar las primicias
de la flor de los geranios,
a compartir con el musgo la ternura de tus manos
que precoces renacían en las huellas que dejaste,
cuando tus ojos vagaban y tus labios me besaban
en las tardes pintorescas de aquel otoño fluvial...
Hoy, nació la primavera,
las paredes con el musgo resucitan en la arcilla,
el olor de las gardenias sacude el color y el brillo
cuando la rosa desprende de sus pétalos aroma
refrescando mi recuerdo de aquellos días de abril,
cuando tu boca era rosa y tu aliento aquel perfume
que mis besos embriagaba...
Hoy, se ha refrescado la senda
con el eco que me llega de tu voz en la distancia,
de tu canto que es un grito que con el viento me alivia
de mis dudas y temores,
que no desmaye en mi espera
porque al despertar la noche cuando el ocaso se pierda
de celajes y colores,
tú estarás aquí, a mi lado, para endulzarme la vida...
Ricardo Flores Joya -El Salvador-
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