FLORES
Hoy no hay flores que acompañen
a mi rancio devenir por estos pagos,
hoy la sal y la pimienta
se han reservado
para los que caminan.
En la tímida mentira de la vida,
galopan caballos de luto,
vencidos seres,
trágicos gritos,
detestadas muecas
que nos miman.
Las flores huyeron de mi tierra
y la paz encumbra mis miserias.
En un momento,
todo vuela,
todo es silencio
y la oscuridad rebelde,
acoge mi garganta
entre sus manos.
SALVE, FEDERICO
(Al maestro Federico García Lorca)
Vendaron mis ojos porque no viera mi muerte,
hube de andar tres pasos por ponerme en el sitio,
luego desperté, pero el olor de la pólvora,
quedó grabado en mi cerebro como delirio.
Y ahora la obscuridad cubre todos mis pasos,
los tres de mi virtud mas otros tres de mi vicio,
el rencor continúa creciendo como hoguera,
la soledad arrecia, ella impide el olvido.
¿Por qué estoy aquí, por haber sido marica?,
¿por haber hecho que el pueblo saliera de quicio?
Mi obra será el fantasma al que tenéis miedo,
mi vida será el café que no os dará alivio.
Será mi muerte el café que os quitará el sueño,
café mucho café con Granada por destino,
poemas desquiciados con Nueva York al fondo
y en Barraca, despertar al teatro dormido.
Julio G. del Río (Valencia, España)
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