LA TREGUA

Agazapado en la frontera de tus anhelos
camuflado en distraídas y cálidas miradas
observando en la noche lujuriosos momentos
acecharé para al fin salir de mis trincheras,

que por el lodo de mis llantos me apegan
al suelo frío socavado en crudas soledades,
son recuerdos de otros amores que cimientan
el gran temor de hacerle frente a tus murales.

No de cobarde es que me niego al ataque
tan frontal como lo haría cualquier soldado,
es que la negación confina a los amantes
a que vivan en sus secretos... enclaustrados.

Terrible es el asedio al portal de tus amores
hace que vea lejana de tu alma tras los muros
quiero invadir tus sentimientos, tus interiores
pero interpones el ¡qué dirán! como un escudo.

Pues entonces te espero en fríos laberintos
que a veces transitas como espía cuando huyes,
del castillo construido en vergüenza y el destino
con bandera de tregua y nuestros labios se funden.

Ramón Pablo Ayala (Argentina)