Al despedirme espero que me digas,
que pronto volverás a visitarme
en el huerto, a la rama a columpiarme
y mamá cocinará dulce de migas.
Adolescentes entre las ortigas:
caminabas valiente, por picarme,
pero después, molestias hasta hartarme,
se inflamaban los pies con mil fatigas.
Rompimos mucha ropa con cartones
en la cuesta del viejo jardinero
aguantando castigos y sermones
Tirábamos las piedras al latero,
jugábamos con huevos y cascarones
a pelotazo limpio para Vero.
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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