CUANDO LLEGUEMOS AL SEXO

Entre una multitud sería capaz de darme cuenta que tú estás allí,
percibo tus olores, la adrenalina que la piel mezcla con tu perfume,
suavidad ante mis ojos que te buscan y te encuentran en el mundo,
silueta única que sobresale y brilla dentro de la mirada enamorada.

Pensamiento que me acerca y derriba los puentes más arquitectónicos,
murallas de espacios, límites de tiempo y recorrido por anchos mares,
cielo abierto que me abre caminos enteros de los placeres más íntimos
porque eres mi estrella, la que me guía y espera noche a noche bendecida.

Te veo llena de soledades, precoz naturaleza en tu cuerpo tan inquieto,
música en tus labios cuando hablas de lo nuestro, un amor suave y etéreo
que nos marca como brújulas destinadas al encuentro, horizonte lejano,
arco iris y viento que transcurre en la vida acompañada de un tiempo.

Te reconocería hasta con los ojos cerrados, extendiendo mis manos ansiosas,
palpando tu rostro, aún sin saber cómo se siente al tacto de mis dedos,
besarte en la boca, abrazarte en silencio, conocerte de a poco, sin miedos,
comenzar a vivir lo que tanto pedimos, lo añorado, lo deseado y apetecido.

Por eso, detrás de tantos sueños, aquí me tienes totalmente decidido,
emprenderé este viaje a lo desconocido simplemente por ti, mi mar bravío,
me envolveré en las olas de nuestros sentimientos tormentosos y oscuros
para llevarte el sol, luz de mi existencia, mis ganas de seguir, amada mía.

Y cuando estemos juntos, frescura de este amor que harán los versos,
dedicados cada uno de ellos para el momento del magistral y esperado sexo,
volátil movimiento de lazos, tus pechos, doradas aureolas que llenaré de besos,
tacto acumulado extremadamente obsceno, angulosa cavidad, me tendrá preso.

SIL TORRES -Argentina-