Acumulando Limbus en el cielo,
jugaban los dioses con mi tristeza
Es tonto ahogarse en un vaso de agua
cuando tienes al mar mojándote los pies...
Y salí de allí montada en una ola,
para clavar mi desdicha en alguna cumbre
Los dioses, muertos de aburrimiento,
Escudriñaron en mi alma
algún indicio de humanidad
Como no les di nada,
jugaron al pan y queso con mi destino
Ángel... dijo uno
Demonio... dijo el otro
Ángel...
Demonio...
Siglos después, ninguno aún,
ha pisado la miseria del otro
Y yo, sentada a la derecha de alguien,
los miro jugar
Lucila Guzmán (Argentina)
Publicado en la revista digital Minatura 124
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