sábado, 28 de septiembre de 2013

HORAS

Ahora estarás durmiendo​
y por las cicatrices del día​
la ausencia besa la humedad de tu piel,​
la sangre imita a la sangre sin descubrirse​
cuando las intenciones brotan marchitas​
y el olvido se instala despacio​
hasta confundirse con el perfume lento del sándalo ardiente.​
Ahora seguirás durmiendo​
mientras otra forma del silencio pide la palabra​
busca su lenguaje en el aullido de un perro​
que le canta a la muerte​
para distraerla de nuestros cuerpos​
inermes en la lejanía del sueño.​
Sobre el desánimo en que se posa este sueño​
tratan de hablarnos el perro que muere​
y el sándalo que acaba de consumirse en su arder;​
hay abismos más allá del abismo​
más allá de nuestros cuerpos mudos​
de nuestras risas que van cambiando de piel;​
hay un deambular insomne por el poema que se ahoga​
por la sangre que anochece​
por la quietud que le dicta sus razones al suicida​
y lo distancia de la falsa modestia;​
hay ganas de hacer la vida​
de ganársela para poder despertarte​
y aullarle juntos a esta fiebre​
a este barro inevitable.​

Conrado Yasenza
Publicado en la revista Molino Rojo y Fernet

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