sábado, 10 de agosto de 2013

LA MODELO

Esas mañanas te veía
entornando los ojos para captar
la incidencia de la luz, las sombras
recortándose en la trama de mi piel.

Me costaba mantener la quietud
cuando te acercabas
para reconocer cierto pliegue
de la tela, algún matiz.
Hubiera querido tocar tus manos
tus dedos con el tizne del carbón.

No me mires, mirame.
Que tus ojos se hagan
de agua y pueda beberlos
que no veas más que mi cara
en otras caras.

En cada jornada sos vos el modelo
y yo la que absorbe mil detalles
de placer en tu figura.

Paso las tardes con el recuerdo
de tu cuerpo de hombre
doloroso y dulce.
Te amo aunque no lo sepa
 todavía.

Del libro Poesía deliberada de GRISELDA GARCÍA -Argentina-
Publicado en el blog revistaislanegra.fullblog

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