lunes, 12 de agosto de 2013

EPÍLOGO (V)

VI

          “Obras completas en verso hasta acá” está constituido por 4 secciones, a saber: “Los papás queman”, “El fotógrafo cargado”, “Espasmitos espantosos” y “El cirujano poetón”.
          En “Los papás queman” se perfila una época (los ‘50 y ‘60), las tiendas Harrod’s y su descripción enumerativa, los paseos familiares,  las preferencias infanto-juveniles, la consolidación de la sexualidad (complejo de Edipo mediante, ineludible), las posibilidades de nombrar la nostalgia (con no poca crudeza). El título de este capítulo, codificado por mi burdo intento de dilucidación personal, sería: “Los papás cogen”. Pero hay joyitas como esta:
Diana Dors/ acerca sus tetas de nácar/ a mi sopa/ ¡Yeeeeeah!... Diana.
          “El fotógrafo cargado” alude a un extraño personaje en el poema inicial e inmediatamente comienzan a aparecer los nombres de unas señoritas de linaje vario. Ahh, las pasarelas del ojo poético…, niñas: esplendorosas como Constanza, inconsecuentes como Ana, instantáneas como Nora, anheladas como Eliana M. Cada una con su estereotipo, configuradas por un decir que las vive y reinventa.
…toda que es toda/ que si usted no la ama ni la  deja/
es que ni la critica/ es que ni es/ usted/
y ella sí/ ella es toda.
                                  (fragmento de “Constanza”)
          De “Espasmitos espantosos” habíamos adelantado algo.  En este bloque de hacer el amor se trata. (El yo poético, fuertemente presentificado,  no iba a perderse tamaña oportunidad, esa “graaan aventura”, como reza uno de los poemas.)
          Transcribo una curiosidad gramatical donde con eficacia se enlazan 6 verbos consecutivos:
...me toca saludarte/ emocionarte/ dejarte haciendo que te vayas.
          La serie “El cirujano poetón”  que cierra el volumen, a diferencia de las anteriores, ofrece una diversidad temática. Destaco especialmente “La musa merodeadora” y “A la nostalgia”, poemas donde lo poético logra una  fuerte impronta existencial.
          Otros textos apuntan a desestructurar el sentido  con un trabajo directo sobre  el lenguaje tal como se ve en “La dexyuprilora” y “Cirú”. El extenso y arrollador poema surrealista “Mil novecientas ochenta y cuatro” responde a esta última propuesta.

Epílogo de José Emilio Tallarico para la tercera edición soporte papel del poemario “Obras completas en verso hasta acá” de Rolando Revagliatti.



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