miércoles, 21 de agosto de 2013

ENREDO VIGÉSIMO QUINTO

Corriendo van los minutos
corriendo van tras las huellas
de un hombre que se perdió
entre nubes de tormenta.

No tenía pelo en la cabeza,
no oía la llamada del mar,
ni supo ver en las estrellas
el camino a la soledad.

Buscaba en las sombras grises
la imagen de una  mujer
que con sus labios ardientes
le hizo del sopor renacer.

Del libro inédito Enredado en cantes de JOSÉ LUIS RUBIO

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