viernes, 16 de agosto de 2013

DE NO TENERTE

De no tenerte no me queda cuerpo,
no me queda movimiento,
la desgana, la locura al mismo tiempo,
inestable polvorín de mis dolencias,
incandescente la impaciencia.

De no tenerte no me queda sangre,
mis venas callejones
que han tomado los matones
y disparan si me acuerdo de olvidarte
y me asedian si me escondo a recordarte.

De no tenerte no me queda aliento,
mis pulmones chimeneas
exhalando lo que el alma desespera,
vapor de rabia que me inunda
y contamina la voz que te susurra.

De no tenerte no me quedan manos,
se hacen garras de amenaza
al inocente de noche y al alba,
estrangulando gritos de mi garganta
acorralando las notas que te cantan.

De no tenerte no me queda corazón,
y tan solo quedan restos,
carne sin más leve sentimiento
que llegar a ser metralla
de mi pecho hasta mi entraña.

De no tenerte muero,
de no tenerte quiero no tenerme
y detenerme porque quiero
no vivir si no te tengo.

Gustavo González -Valladolid-

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