Hay un reclamo de lógica perdida en la espalda del viento.
Un reclamo de espacios y de ciencias
en la infinita sabiduría de las rocas.
Como nave cristalina
el tiempo reviste la desnudez de la tierra
y los profanos hijos del ancestro se pintan de colores
y se visten de espejos nunca vistos.
Y hay otras tantas formas de huir
Hay un llanto esmeralda
acariciando la mansedad de la montaña
donde yace el mineral con su verdad dormida.
Alguien descompuso esas semillas
y creyéndose sabio les dio una cifra,
y cifra y letra formaron extraños parásitos de papel
que no sacian nuestra honda sed de invitados sin regalo.
La claridad brota de viejas filosofías no escritas aún,
los astros nada saben de palomas ni de credos,
pero el suelo ha dado flores e insectos
y sin contarnos nos envuelve en silencio y a él volvemos.
Hay otras tantas formas de huir.
Objeto de insignes pensadores
con grandes cerebros y fortunas
y profetas, magos, monjes e ingenieros;
objeto de inútiles pisadas, de invasiones, de colonización
de intrépidos periplos alrededor de qué o de quién,
de formas y dibujos, de forzados cambios
y de lluvias atómicas que nada saben de núcleo ni de átomo.
Por eso el suelo aguantando no es sed y es amparo,
sin embargo el gemido asoma en el desierto
y el grito en el volcán.
¿Quién me dará una almeja y un balde de arena?
¿Quién me enseñará a no saber nada?
Y otras tantas formas de huir.
De libro “Pueblos repentinos” de RICARDO RUBIO -Argentina-
Publicado en la revistaislanegra.fullblog.com
DE FACEBOOK - 6740 - FOTOS
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario