Para Domingo Román
Gota a gota una a una en la enramada
--belleza incandescente de un instante--
la pupila recoge escalofriante
su claridad sonora y acertada.
La rama se sostiene, embelesada
levanta su testuz y, desafiante
mientras el hombre admira su talante
¡naturaleza viva, enamorada!
Equilibrio y sosiego, paz, albura
nos hablan de un sesteo solariego
que llegará después con galanura.
El invierno ha llegado y, hechicero
en sus ramas desnudas caen y posan
gotas, principio y fin de un aguacero.
Isabel Díez Serrano. España
Publicado en la revista Oriflama 18
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