lunes, 31 de diciembre de 2012

LA JINETERA


Este poema es una cruda sátira que describe los extremos de degradación a que el régimen castrista ha llevado a miles de jóvenes cubanas, para poder asegurar su sobrevivencia y en ocasiones las de sus familias. Muchas de ellas educadas, otras desde temprana edad, supliendo el comercio carnal de un turismo depravado que las lleva a la prostitución con extranjeros.

Joven, fugaz, jinetera…
Venciste con tus caderas
conquistaste con tus nalgas
suaves, duras, sandungueras.
 
La perspicacia es tu estilo,
el realismo tu culto, tu empresa.
Con todo lo que Natura
te dotó en amplias metas
logras salir día a día,
al jineteo en las aceras.

No te consideras víctima,
eres rápida y coqueta.
Aceptaste la revancha,
en temprana pubescencia
cuando tus senos en punta,
apuntaban como estrellas...
y supiste que no había nada
para aliviar tu pobreza.

Joven, fugaz, jinetera…

El Comandante senil
ignoró tus mudas replicas...
Los compañeros ineptos
no salen a tu defensa...
De tus padres, el recuento
de los años se refleja,
en una lata vacía
de coca-cola, que se sienta,
en solitaria repisa
para que todos la vean.

Sólo los Yumas te dan,
te piden, te usan, te encuentran.
A cada paso que das
saben que siempre estás cerca;
y babosos te ofrecen
lo que tienen en reserva
para así verter de lleno
su tumulto entre tus piernas.

Joven, curtida, jinetera...

Tienes ya multi-cultura...
En tu seno se recuestan
el italiano, español,
el mexicano, el de Grecia.
Conoces su idiosincrasia,
hasta en la ropa que llevan
y le sacas los pellejos
de carteras semi-abiertas.

No ambicionas mucho
no conoces los lujos
ni las riquezas;
comerte un pollo quizás
estrenar las medias negras,
y mandarles cuatro pesos
a tus viejos, y a tus nueras.

Joven, fugaz, jinetera…
Meretriz de chance, de época...

Que te juzguen, no te importa
simplemente, no te interesa.
Que no le haces daño a nadie
ni vas a cumplir condena
por el adagio que dice:
–“Que es la profesión más vieja”–
y tal así que ni la Biblia
abiertamente condena.

Y tú usas tus atributos
con buena armadura puesta.
La de tu sexto sentido
que a sobrevivir te lleva.
¡Que no critiquen! ¡Que no lloren!
¡Que no vuelvan la cabeza
cuando tu figura erguida
dobla una esquina habanera!

ADA BEZOS CASTILLA -Cuba-
Publicado en el blog cubaenverso

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