jueves, 26 de julio de 2012

PAN Y ESCUDO


En la luna llena de tu loco ombligo
yo puse mi lengua como perro hambriento,
me bebí tu noche, que emergió conmigo,
y llegué hasta el fondo de tu sentimiento.

Desperté la risa que te dio el abrigo,
conquisté la jungla de tu pensamiento,
y al sabernos juntos me escapé contigo,
donde no pudiese ni tocarte el viento.

Y en ese remoto paisaje que escondo
en estos bolsillos de mi ser desnudo,
do sólo el Supremo me sabe redondo,

me amarré a tu cuerpo con tan tierno nudo,
que nada en la vida parece más hondo,
que tener tus besos como pan y escudo.

Alaín de León, EUA-Cuba
Publicado en la revista Carta Lírica 40

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