martes, 27 de noviembre de 2018

UN VAGABUNDO


Toda mi vida he sido un vagabundo.
Te he buscado.
Te he esperado.
En lugares oscuros y sinuosos he jadeado
por tu presencia.
Perdido en amoríos vacíos y pasajeros buscándote en todos, pero sólo me cubrió una manta de sombras
oscuras.

Me perdí.
No tuve camino.
Me tropecé.
Me caí.
Mi cuerpo estaba magullado, cubierto de
heridas abiertas y
sangrientas.
Mi alma vencida.
Destrozado y roto,
me levanté.
En profundo silencio,
deslizaban lágrimas en
mis ojos.
Lloré amargamente.
Mis ojos se habían
cambiado a dos
manantiales de perlas
que cubrieron mi cara.
Me ahogaba de pura
desesperación.
Sin saber donde dirigirme,
buceo en lo más profundo
de mi ser.
 ASOMBRADO.
ESTUPEFACTO
Allí te encontré enraizado
firmemente en el rincón
donde siempre has estado.
   
Lloré a lágrima viva. Sollocé. Gemí.
Sabía que te he encontrado.
Nunca, nunca jamás seré
UN VAGABUNDO DEL AMOR.

Carmen Carballo del Puerto -Conil-

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