(En honor a mi vecina Manuela
que hace un año está en coma;
ruego una oración por ella
y por todas las personas
en la misma situación)
Se me acabó mi gozo por la vida,
me siento inerte acostada en mi cama
entre mundos opuestos dolorida,
intranquila con gestos desde el alma.
El alma ya no sé si está conmigo,
oigo gritos con lágrimas, tal vez,
en mi cuerpo el dolor es mi enemigo.
¡Mejor que me muriera de una vez!
Dios bendiga a mi niña que me cuida
con la entereza de una gran mujer
que delante de mí se ve crecida,
y me siento orgullosa de su ser.
De un infarto quedé semiconsciente,
Dios predispuso no llevarme junto a Él
y estoy sufriendo como alguna gente,
que respira con la vida más cruel.
No sé si me merezco, tal dolor,
sólo sé que traté de ser persona
ser honesta en la escala del valor
con el sumo respeto por mi zona.
¡Qué lástima le tengo a mi familia
con la carga tan grande por mi culpa,
pues en mi casa ya se domicilia
y no puedo pedir una disculpa!
¡No puedo ni abrazar a mis dos nietos,
sin remedio, mi vida es un lamento;
cuando veo a los míos tan inquietos
pido a Dios, que me acoja en su aposento!
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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