Pelando dientes en los cofres,
abriendo lámparas sin pestañeo,
danzando prisas mustias
en aguas saladas;
son lirios negros en burdeles rojos,
cheques sin visa
en el mercado de sonrisas,
escaleras sin peldaños
en los años
que el cariño
desciende al calvario
del purgatorio.
Mi demonio es ser simple,
crudo y sin freno:
camina por estrechos senderos
con versos sinceros,
con palabras suaves,
más no engañosas,
pues a las rosas,
agua fresca se les brinda,
pero no se le inyecta sol
a los tallos
cuando del jardín y del árbol
se les corta.
Por eso, no afilo colmillo en la escena
de la pena,
ni reprendo al cautivo en su celda,
pero en tu caso,
como en juego de póquer,
prefiero decir “paso”
antes del ocaso,
y ver perder los ases ante reyes;
ya que halan mejor lo bueyes
el arado,
que tus torpes pasos
en lo blando de la nieve.
ALAN OSLON (ALIDES ANTONIO LONDOÑO OSORIO) -Colombia-
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