La musa se me asiló
o se fue para otro lado,
no me siento motivado
mi mente se me nubló
y eso me trae contrariado.
Donde andas musa mía
¿no ves que te necesito?,
para que mi verso escrito
se sumen a mi poesía
y su caudal sea infinito.
Musa desaparecida
es tu responsabilidad,
de esta cruel fragilidad
donde está sumergida
mi poesía comprometida.
Las aves, la luna, las flores
hoy, motivación confusa,
siempre fueron buena excusa
para que alegrías y sinsabores
se convirtieran en musa.
Que agradable cuando viene
y sale la inspiración,
dándonos la buena razón
y que la mente sostiene
para que hable el corazón.
Si, muy atento y fiel lector
de mi musa, me siento orgulloso,
pues mi pensar laborioso
crea mi verso ardoroso,
erótico o con mucho amor.
Regino Mayedo
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