viernes, 8 de julio de 2016

LOURDES


En una gruta apareciste.
Una sencilla pastora te vio.
le diste tu mensaje de amor.
Ahora el pequeño pueblo
ha crecido y tu gruta
apena es visible ante la majestuosidad
del templo que allí han construido.

Miles y miles de personas, suben, bajan,
llenan sus botellas en las fuentes
encienden velas para acompañar sus peticiones,
compran recuerdos y sueñan con el milagro.

No sé que te parecerá todo esto.
¿Estás satisfecha de tantas idas y venidas?
¿No preferirías tu sencilla cueva?

A mí tanto boato me parece excesivo
en una religión que critica la riqueza
y alaba la pobreza.
Pero viven en la contradicción.
Dicen unas cosas. Hacen lo contrario.
El dinero manda. A él rinden culto.

Yo te recé en silencio. Mas bien te hablé
como se le habla a una madre.
No encendí velas, no llené botellas de agua.
Simplemente vi, recorrí los espacios
y sorprendido te conté que pensaba.

JOSÉ LUIS RUBIO

No hay comentarios:

Publicar un comentario