AMORES VERDADEROS

Los noviazgos de antaño,
fueron mejores que los de ahora,
con caricias sinceras,
que no se le daban a cualquiera,
besos pausados y sin lengua,
que hacían más larga la espera,
pequeños instantes,
tomados de la mano,
seguidos de diminutos abrazos,
que encendían aún más la hoguera,
las horas de romance y placer,
muy escasas y controladas,
por una fiel militar, (Mamá),
quien fungía como chaperona,
pero una cosa si era segura y veraz,
los novios llegaban puros al altar,
guardando para si,
toda la pureza y entrega,
por aquel amor sagrado,
que perduraba como las estrellas.

Edwin Cruz Villegas -Costa Rica-