Veo que pasa el tiempo,
en perenne trajinar,
veo que pasa el agua,
por su cauce, sin cesar.
Cauce hermoso que te llevas,
mil historias de un amor,
agua que arrastras penas,
de una chica y una flor.
Una chica enamorada,
que a su Juan se le entregó,
y las aguas que corrían,
su inocencia se llevó.
Una flor que se ha guardado,
un recuerdo de su amor,
un amor casi olvidado,
un olvido de su error.
Deja que pase el agua,
en perenne trajinar,
deja que arrastre tus penas,
de tu error me encargo yo.
Deja que pase el agua,
chica hermosa, bella flor,
deja que pueda darte,
grata vida… y gran amor.
DARWIN I. FLORES VARELA
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