La escritura de Giuseppe Tomasi di Lampedusa es hoy un clásico indiscutible.
Lúcida introducción de Gioacchino Lanza Tomasi al epistolario de Lampedusa y su Viaje por Europa, dedicado a sus primos Casimiro y Lucio Picolo, que fueron los receptores de las ricas y fabulosas misivas de flotante fantasía de lo real. Desde un pedestal privilegiado conduce al lector por la magia literaria y culta de una correspondencia embriagadora. Especialmente la de su larga estancia en Inglaterra, país al que admira por su alto nivel cultural y literario. Y va creando el personaje de monstruo como autor de esa correspondencia que no es otro que el propio Lampedusa.: “El monstruo continúa su peregrinaje a través de “Old England” ideado por él mismo con su habitual perspicacia, “que le conduce a través de las más vetustas ciudades de esta isla gloriosa”. El turismo del que disfruta nuestro viajero de primera clase literaria e intelectual, sinceramente, no es para muchedumbres de “Tira la foto y corre que se va el autobús”.
Las historias epistolares de Giuseppe Tomasi di Lampedusasa, ocupan los años 1925-1930, y representan la personalidad imaginativa de la transformación en una realidad-ficción narrativa con sus queridos primos. El autor de El gatopardo se convierte en un experto en la descripción de ambientes y panoramas. Mas en su apasionada y ensoñadora travesía por la vieja y monumental Europa, el creador se pone otro modelo de narración. “Tu pluma acostumbrada a dibujar serafines de color celeste, entre bosques de árboles de oro, ha murado de repente en el afinadísimo estilo que grabó en el Génesis los capítulos sobre el fin de Sodoma” Inconfundible estilo, que muestra, no por presunción, su gran capacidad observadora para las comparaciones, poseídas de un sentido del humor sobre la comedia humana.
A tan larga estancia en una Inglaterra que adora, a su “sublime” literatura de categoría ejemplar, debe sumarse esos espejos con los que va refrendando sus impresiones desde lo más grandioso de las catedrales, las calles, puentes y caminos a los que crea sustancias, a las que les dice adiós con sentida nostalgia. “Como el recién nacido del vientre materno, con los mismos gritos y las mismas lágrimas y una sangre que aunque siendo metaforica no deja de ser lacerante, así el monstruo dejó el dulcísimo regazo de su madre Londres. Jirones de su corazón permanecen colgados de todos los troncos, de cada una de las casas de la ciudad dilecta, y la Mancha, invitádoramente serena ha sido atravesada por el Monstruo petrificado”
Un epistolario que tenemos la fortuna de disfrutar, gracias a la conservación de sus herederos. Edición de Gioacchino Lanza Tomasi y Salvatore de Silvano Negro. La traducción corresponde a Juan Antonio Méndez. Compuesto principalmente por dos colecciones de cartas, que suman cerca de cuatrocientas. Todo un tesoro literario que nos muestra la altura de una clase social culta, a la que se pide sumergirse en la política de su Sicilia. Más conciencia y desencanto interior niega quien conoce bien la historia y las clases sociales de su tierra: “Todos somos blancos, como la reina de Inglaterra. Por nosotros han pasado las culturas más importante, las hemos asimilado, pero continuamos siendo colonias”. Afirmaba con su estilo patriarcal en El Gatopardo Don Fabrizio, príncipe de Salina Sicilia, 1860. El tiempo que parece discurrir con parsimonia en aquella geografía, marcada por los ritmos de una campiña de árida belleza y un orden social inamovible, cuya cúspide ocupa la aristocracia terrateniente. Pero la historia está a punto de dar una sacudida con el desembarco de Garibaldi. Imponente, orgulloso, sensual y lúcido, patriarca de una de las familias más poderosas de la isla. Contempla impertérrito estos tiempos convulsos que acaso supongan el hundimiento de su mundo o tal vez traigan cambios que en realidad permitirán que todo siga igual. Mientras tanto, su impetuoso sobrino Tancredi abraza la causa garibaldina y se enamora de la bella Angelica, hija de un advenedizo social. Recibida en su día con polémica, la escritura de Giuseppe Tomasi di Lampedusa es hoy ya un clásico indiscutible.
FRANCISCO VÉLEZ NIETO
Publicado en MUNDIARIO
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