Empieza a desvestirme
mi alma lentamente
recorre un sendero
lleno de felicidad.
Róbame suspiros,
acorta mi espiración
que fluya
la fuerza del amor.
Que tu lengua se desate
cual si fuere
un ruiseñor,
besa cada rincón
hilvanándolo de besos,
donde llueva
la emoción.
Fluye en toda dirección,
te inquietas amor;
se enciende la pasión
y empezamos a vibrar,
surge desenfrenada excitación,
sientes el candor.
Despacio llena de besos
mi piel, humedece
los labios con la necesidad
de saciar esta sed.
Deslízate a las profundidades
de lo infinito y descubre
la belleza de la vida
que transporta
a lo divino de otros mundos.
F. Janeth Elizarraraz O.
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