El verde bronce, a viejo tañía
y en su roto silencio acierta
librar la paz interior encubierta
que, sin calma, enfundada ceñía;
todo un débil signo de compañía
en la sumisa soledad despierta.
Vacuo expirar, ventana abierta
que el alba de azules teñía.
Surgen, junto al aire que desalojas
y huyendo tus nostalgias respiro:
¡Añoranzas que volubles antojas!
Si estás a mi lado cuando expiro,
cuéntame lo que contigo arrojas
que, por tu suspirar, así yo suspiro
Paco Aguilar i Espada
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