sábado, 19 de enero de 2019

LA MARCHA


En una bolsa de plástico, sin propaganda, llevaban una tortilla para cenar; en el asiento de atrás del coche los regalos empaquetados: Una caracola, para invocarse cuando estuvieran lejos el uno del otro, y un portarretrato, en el que colocarían retazos de sus vidas.
- Eso iba pensando al ver la fila de soldados -. El niño se le soltó de las manos corriendo, con la mano extendida, hacia uno de ellos.
Recordó aquel amanecer, junto al acantilado.

Olivia Falcón 

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