Emana de mi río la canción:
¡En ella se ha prendado tu querer,
si le tiendes el puente al corazón
su fogata podrías encender!
El oleaje de tus dulces ondas
le estampan al amor su efervescencia,
reverdeciendo el fuego de mis frondas
dominas mi razón y mi conciencia.
Tu sonrisa ilumina mi camino,
tu arcangélica voz en mi resuena
dando paso a este amor dulce y genuino
que de tanto fragor, el cielo truena.
Endulzas cada piedra de mi cauce
y logras revivir mi sentimiento;
florezco entre tus brazos como un sauce
que resiste el embate del cruel viento.
Patricio Gonzaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario