De Niño y Adolescente experimenté el terror a vivir,
a quienes me rodearon les divirtió hacer burla de cuanto
expresé e hice, ¡toda voz en mí era mentira y se hizo mimo
al comentario! ¡La apariencia nauseabunda se indilgó a mí!
y con gran algarabía festejaron, ¡hasta en mi familia!
Hojas tristes fueron mis calendarios marchitando impunes,
y hoy en mí ninguna Idea es de asombro, su peso es
arbitrario.
Quizá me guíe sobre cráteres de la luna buscando reflejos
de esa luz desconocida, ¡El diablo de la Salamandra!
Estallido que hecho lumbre transcurre y hace masa en
propensos al desahucio.
Y el alma ronda solitaria estancia
y los grillos cantan nostalgias de eso que no vivo.
Y las sombras abrazan hundiéndome en oscuros nidos,
brumas diluidas al asomarse el sol.
Y se vive bajo presión y has de sentir bajo presión respirar
bajo presión y de la presión rescatarás lo que quede de ti.
No serás de porcelana, ni la joya de la corona.
Del Libro En las cartas que leía la Bruja de
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO
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