Los que son nada
los que quieren respirar
poner en una tostada
algo más que el nada
que sus cuerpos alimenta
entre pan y pan
consumir el asado matinal
y en la luna noche el refresco
que acompaña al pan
y en el día día día
mirar al sol en libertad
llenar de versos a las flores
llenar de amor a los hijos
a los motivos de su vida
y están sucumbiendo
a la tentación de avanzar
más rápido el tiempo
que se va y ya
de generaciones anteriores
la conversación
dice en las noches noches
que el sol se va
y la vida se va
y la canción del hambre
la canción del techo
la canción de la educación
la canción de la salud
la canción de la libertad
están muy lejos todavía
atrasan el reloj cada hora
día a día los dueños
de la corrupción y el sistema
que se queda queda queda
en los días atrasados
que se van y el cambio
que no llega llega llega
y la desesperación el llanto
y la queja de la inteligencia
que no acepta
el no estar
no ser parte de la historia
no ser nada
más que carne de cañón
sujeto de explotación
y el pueblo que desespera
y el amor que tanto arriesga
que se cansa
y el dolor que tanto cansa
que despierta
y el hombre
la mujer
los niños
todos
se levantan
en los ríos valles
en las nevadas cumbres
en las eternas cordilleras
en los silenciosos desiertos
en los mares inmensos
se empieza a oír un himno
y todos con la voz de uno
y todos con la voz de todos
hacen sentir en medio de los ecos
un
¡YA!
que penetra todos los oídos
que penetra todos los cerebros
que penetra todas las venas
que recorre todas las sangres
y los silenciosos músculos
se mueven
se mueven
se mueven
Gonzalo Suárez
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