Amanece un día brillante, el alma centellea como el diamante
Tarareando canciones que me salen desde el alma, donde se pasea la dulce calma
Me invita a soñar, el horizonte azul del avatar
La brisa cálida, la primavera embriagadora, reluce la luz de aurora.
Entonces es cuando tomados de la mano caminamos, en albor nos animamos
Entre los campos de fragantes lavandas, se escuchan las angelicales bandas
Disfrutando esta paz, el mejor y mágico haz
Apasionada belleza, fluyendo la divina gentileza.
La sensación de profundidad, el alma en sensibilidad
El gran amor encantado, cada momento deseado
Estoy en éxtasis de maravillosa alucinación, palpitando el milagroso corazón
Un privilegio escuchar los cuartetos de cuerda, el suave viento va de derecha a izquierda.
El piano agitando las notas que me invade, como el majestuoso jade
Me invita a danzar para ti, la fascinación completa sentí
Es un instante único e irremplazable, como el Pegaso blanco unicornio amable
Gracias Universo por estar entre lavandas, la sobrenatural canción cantas.
Marta Suarez y Yider Elder Araque Cerón
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