Llega la majestuosa noche y nuestro lugar de encuentro siempre ha sido en ese árbol en la cima de la montaña que es testigo de nuestras noches a la luz de las estrellas que son nuestro bello techo.
Algo mágico sucede con nuestro entorno, que a medida que pasan los segundos la noche se forma esplendorosa e iluminada por el más bello colorido de explosiones celestiales que nos envuelven.
Cada contacto, carias y besos nos llevan al más hermoso frenesí de pasiones que nos atan en esta noche especial, el entorno nos atrapa en ese instante estelar de fantasías entrañables entre los dos.
Así como el firmamento es inmenso, así eres tu bella mujer de colores y libertades infinitas que envuelven y acarician tu alma y sentidos en este esplendoroso colorido de amor en un bello encuentro.
CARLOS V. ORTIZ
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