sábado, 22 de julio de 2017

LIBRO VIVIENTE


EN SUS OJOS LATÍA EL MUNDO. Y no era precisamente por la visión nítida de cuanto le rodeaba.
Las prominentes lentes que usaba, aminoraban la acusada miopía que sufría. La montura de las gafas era de color azul. A su atractivo natural le infundía un aire de interesante intelectualidad. Trabajaba en el Patents and Inventions Corporation for Human Development del estado de Oklahoma. Este ampuloso título escondía la división tecnológica más avanzada de la ciencia industrial norteamericana. Era la tapadera de una serie de experimentos sobre la memoria del ser humano.
Concretamente la capacidad de albergar el mayor número de conocimientos. Su fin era contrarrestar un supuesto borrado planeado por la URSS, para dominar la mente humana una vez vaciada ésta.
TESSA SUMMER SIEMPRE LEÍA. Por más trabajo que tuviese, reservaba los diez minutos de cada
hora a su afición favorita. Era el año 1966. Truman Capote acababa de publicar A sangre fría. Experta en las interrelaciones de pensamiento y emoción, tuvo la inquietante sensación que, desde las primeras páginas, con aquella obra empezaba a dolerle el alma. Recordó la novela Fahrenheith 451, de Ray Bradbury, editada años atrás, y pensó en la mejor fórmula contra el olvido.
EL CHIP FUE IMPLANTADO.
Comprendía toda la literatura universal desde los autores clásicos hasta nuestros días. La doctora
despertó a las dos horas de la finalización de la intervención. Se había prestado voluntaria. Mientras
sus párpados, no sin cierta dificultad, se abrían a la luz. Notó el roce de lo que creyó una recia barba. Era Miguel de Cervantes susurrándole al oído, “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”. A la par las melifluas palabras de Edgard Allan Poe, le acariciaban el lóbulo de la otra oreja. “Hace muchos años trabé íntima amistad con un caballero
llamado William Legrand”. Mientras tanto, esperaban pacientemente su turno, César Vallejo, León Tolstoi, Johann Wolfgang von Goethe, Séneca, Platón…

Pedro Luis Ibáñez Lérida (España)
Publicado en la revista digital Minatura 155

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