sábado, 1 de julio de 2017

LA SANGRE


A mis amigos de Puerto Príncipe, Haití

La sangre
no siempre es roja.
A veces, muchas veces, es solo negra:
negra
de esclavos irredentos
a los que las furias del agua o de la tierra
les trasforma en caimanes,
en elefantes varados
por la vergüenza o el hambre.

El príncipe del puerto
ha sido tan solo un decorado de tramoyas:
sangres negras
de esclavos disfrazados de criollos,
negros deportados de rojos volcanes,
inmundicias
de potentes servidores
de patrias dormidas.

La sangre
no siempre es roja…
Muchas veces es amarilla y tiene bolsillos
sin fondos, con fronteras tatuadas
en la negritud de la muerte.

Ahora la arena blanca
de Ibo beach
ya no me trae cócteles de naranjada y ron
sino de gasolina y excrementos;
ahora la zafra
se hace con guadañas rojas
de sangre sucia;
ahora
aquella Maríe que lloraba
por la muerte prematura de su retoño
ya no llora:
se ha quedado muda
en el horror impasible de la sangre negra.

Luis Enrique Prieto
Publicado en la revista Arena y cal 250


No hay comentarios:

Publicar un comentario