jueves, 6 de julio de 2017

EXPERIMENTOS FALLIDOS


El viejo empezó su viaje hacia Trappist-1, como habían nombrado los habitantes de esa Tierra que
dejaba atrás, a la estrella donde se encontraban los planetas habitables a los cuales intentaron llegar, pero fallaron.
Era su tercer intento. No es sencillo repetir el ciclo de la vida para alcanzar la especie inteligente y que esta pase al siguiente nivel. La suya misma alcanzó solo la longevidad eterna mediante la
trasferencia de la mente a cuerpos clonados. Pero el sentido de la evolución solo se lograba, descubrió hace cientos de millones de años, con la vida y con la especie inteligente alcanzando ese logro por medios “naturales”.
En el planeta que dejaba, tercero contando desde su estrella central, sus esperanzas fueron algo más concretas.
La especie inteligente de homínidas formas logró el descubrimiento de la próxima estrella con planetas habitables y eso, según los cálculos del viejo, forzaría a la especie en conjunto a tratar de mejorarse no solo genéticamente sino en conceptos de unidad y de fortaleza espiritual lo cual llevaría a la siguiente evolución: la del pensamiento colmena, que haría de la especie una sola, capaz de conquistar toda la galaxia y darle a él la posibilidad de unificarse con ella y expandir sus experimentos a niveles universales.
Vano esfuerzo, nunca lo lograron y, en esos momentos mientras viajaba a la velocidad de la luz en su nave, se estaban eliminando unos a otros en una guerra que acabaría con su existencia. Tendría que comenzar de nuevo en su próximo destino.
“Gilgamesh eres un romántico sin dudas, siempre lo intentas, esta vez a ver si tratas de eliminar el concepto de Dioses y de inicio solo fomentas el monoteísmo, de repente resulta mejor”, se dijo a sí mismo.

Sarko Medina Hinojosa (Perú)
Publicado en la revista digital Minatura 155

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